Perdiste peso, el esfuerzo ha dado sus frutos.

Has reducido varios kilos en la báscula y llegas a ese evento esperado en la mejor de tus líneas.

Meses después has vuelto a la situación de partida o a una incluso peor, ¿por qué?, en este post te mostraré 10 razones por las que recuperas el peso perdido.

peso

A tu cuerpo le encanta su peso actual

Lo que te voy a decir no te va a gustar, pero es la realidad; a nuestro cuerpo y a nuestro cerebro le ENCANTA mantener el peso que tiene, para bien o para mal:

  • Para bien: personas con una línea saludable que ganan kilos temporalmente, vuelven a su peso con poco esfuerzo o ninguno.
  • Para mal: personas con obesidad que consiguen perder kilos, pero vuelven a ganarlos a medio plazo y con intereses.

Aproximadamente, solo 2 de cada 10 personas que pierden peso, logran mantener los resultados al año de haberlo conseguido.

¿Por qué razones se recupera el peso?

Buscamos resultados ultrarrápidos que no inciden en el cambio de hábitos necesario para mantener una línea saludable.

Necesitamos pensar a medio-largo plazo para ser exitosos.

Pasar hambre es una falta de respeto a tu propio cuerpo.

Y la mejor manera de acabar dándote atracones y de sabotear tu vuelta la vida saludable; esto es común en dietas muy restrictivas.

10 razones por las que recuperas el peso perdido

  • No practicas el suficiente ejercicio.
      • Solución: 30 minutos diarios de ejercicio intenso o cualquier variante semanal (1 hora intensa cada dos días, por ejemplo).

 

  • No incluyes suficiente proteína en tu dieta (carne, pescados, legumbres, huevos…) y además la que comes es de mala calidad (embutidos ultra procesados, preparados cárnicos baratos…).
      • Solución: más mercado y menos supermercado.

 

  • No conoces tus números. Te suena tu peso, pero no conoces tu porcentaje de grasa corporal, ni lo que mide la circunferencia de tu cintura, con lo que no conoces tu composición corporal.
      • Solución: pésate menos a menudo y controla los perímetros de tu cuerpo.

 

  • No levantas pesas. Durante la pérdida de peso te limitaste a hacer cardio como si lo fueran a prohibir, de modo que has tirado por la borda la masa muscular que necesitas para tener el peso controlado.
      • Solución: coge las pesas más grandes que puedas controlar con buena técnica.

 

  • No “te ganas las vacaciones”. Si sabemos que en navidades y verano pecamos más, ¿por qué no preparamos el terreno antes? Lo que hagas entre el 24 de diciembre y el 6 de enero es indiferente si tienes buenos hábitos del 7 de enero al 23 de diciembre.
      • Solución: aprieta en tus entrenamientos los días previos a los grandes parones, y trata de caminar y moverte todo lo que puedas durante esos días.

 

  • Tienes días trampa demasiado a menudo. Rompes tus reglas cada dos días; si sientes esa necesidad es porque te estás pasando tres pueblos con la rigidez de estas reglas.
      • Solución: se más suave contigo mismo y trata de cumplir con tus normas, adherencia y consistencia son las claves.

 

  • No descansas lo suficiente. Duermes 6 horas diarias y mal dormidas, no respetas esa parte de tu vida porque tienes el brillo a tope del móvil hasta 2 minutos antes de meterte en la cama, durante el día necesitas ir enchufado de café y de ese círculo vicioso no salimos.
      • Solución: nada de cafeína o similares tras las 16:00 y elimina la tecnología todo lo que puedas 2 horas antes de irte a la cama.

 

  • Tienes demasiado estrés. Altos niveles de estrés son el caldo de cultivo perfecto para la obesidad, es un tema delicado y normalmente las soluciones no nos gustan.
      • Solución: puedes empezar por tomarte cada día 10 minutos de NO HACER NADA, NO PENSAR NADA, NO INTENTAR NADA; parece más fácil de lo que es.

 

  • No comes suficientes vegetales, en las mejores ocasiones llenas medio plato con lechuga o espinacas crudas, pero ten en cuenta que los vegetales de hoja abultan mucho pero no son apenas gramos de verdura.
      • Solución: planifica tu menú semanal con antelación e introduce variedad de vegetales en todas las comidas (sí, en el desayuno también).

 

  • No bebes suficiente agua, algunas personas han llegado a decirme que algunos días incluso no tocan el agua, solo bebiendo a base de refrescos, zumos, infusiones…
      • Solución: ¡abre el grifo!

Resumiendo:

Lo interesante de llegar a un peso saludable es mantenerlo a largo plazo, cuantas más burradas hagas para bajar de peso más papeletas tienes de recuperarlo con intereses.

Quizás no te ves con fuerza de atacar a estas 10 razones que te he dado hoy, pero sí que ves posibles 5 de ellas… ¡pues a por ellas!

“El progreso lento es mejor que ningún progreso”

Y como siempre:

#OTEMUEVESOCADUCAS