¿Tienes hernia discal? ¿No la tienes pero sufres dolores de espalda?. Hoy quiero explicarte por qué esa hernia discal quizás no es lo que te duele y por qué no es un problema a la hora de hacer deporte.hernia discal

¿Qué es una hernia discal?

 

Una hernia discal es una lesión producida en los discos intervertebrales, que hace que parte del contenido interior se desplace fuera del disco.

 

  • Los discos son como pequeños amortiguadores que tenemos entre las vértebras que funcionan como tal repartiendo las tensiones en la columna vertebral.
  • Gracias a los discos vertebrales, musculatura y tendones nuestra columna puede llegar a soportar grandes cargas sin romperse.

 

Este contenido presiona los nervios que generan dolor, entumecimiento u otros síntomas hacia brazos o piernas para las hernias cervicales o lumbares, respectivamente.

 

Me han dicho que tengo una protrusión (o muchas), ¿es eso una hernia o peor?

¿qué es una protrusión discal?

 

Es una lesión similar a la anterior de menor magnitud ya que lo que aprieta los nervios no es el contenido interior del disco sino un abombamiento del propio disco en sí.

 

¿cuál es la diferencia entre la protrusión y la hernia discal?

 

La diferencia radica en que en la hernia hay rotura del disco mientras que en la protrusión no.

 

¿Es la hernia discal responsable de mi dolor de espalda?

 

Aquí viene lo interesante, posiblemente la relación entre protrusiones o hernias con el dolor de espalda no es tan directa o no está tan clara.

 

Algunas fuentes citan en 30% de personas jóvenes sin síntomas que SÍ TIENEN protrusiones o hernias discales.

 

En personas mayores este porcentaje puede llegar al 99% de la población.

No tienen síntomas de molestias o dolores pero sí que tienen protrusiones o hernias lumbares, según los resultados de resonancias magnéticas.

Con lo que podemos observar que en numerosas ocasiones es un efecto del envejecimiento corporal sin que ésto llegue a producir dolor.

 

¿Cómo se producen las hernias discales?

 

Cuando aparecen como consecuencia de la edad puede ser por un debilitamiento progresivo de las paredes de los discos.

 

Cuando se producen en discos sanos lo más habitual es que sea por una suma de malos gestos diarios con una mala postura corporal y ergonomía que debilita poco a poco el disco hasta que un gesto similar lo rompe.

 

En ese momento echamos la culpa al último gesto que hayamos hecho porque es el que recordamos, pero éste puede haber sido solo la gota que colmara el vaso.

No tiene por qué ser con gestos de grandes esfuerzos o levantando/moviendo grandes pesos ya que, con frecuencia, con los pequeños gestos es donde descuidamos más la postura.

¿Cuándo debemos tomar precauciones?

 

Los factores que pueden darnos más papeletas a la hora de sufrir esta lesión son:

 

  • Pasar mucho tiempo sentado.
  • Tener una musculatura débil.
  • Períodos largos de depresión y decaimiento personal.

 

Pasar mucho tiempo sentado

 

Es la tónica habitual en el mundo “moderno”, trabajar sentado, desplazarse sentado, vivir y comer sentado, y el ocio sentado… en mi opinión, una EPIDEMIA.

 

Tener una musculatura débil

La capacidad de la columna para vivir funcional y libre de dolor se ve multiplicada por una musculatura fuerte.

 

Del mismo modo si ésta es débil nuestra espalda tendrá mayor riesgo de sufrir lesiones.

 

Períodos largos de depresión y decaimiento personal

 

Los períodos de duelo y de depresión fuerte a menudo “se graban” en la imagen corporal.

 

Podemos identificarlo en aquellas personas que pasan por grandes traumas y en las muy afectivas.

 

Tienden a tener una postura muy característica con una chepa pronunciada, hombros adelantados y cerrados y brazos protegiendo su abdomen.

En definitiva éstas posturas alteran las curvas naturales de la espalda y con ello aumentan el riesgo de protrusiones y hernias.

¿Bendita lesión?

Siempre he opinado que si sufrimos alguna lesión “la mejor” es la hernia discal.

 

Es el único momento en el que verdaderamente pasamos a fijarnos en la técnica correcta, las posturas, y las dosis de ejercicio que queremos realizar.

 

¿Qué deportes podré hacer?

 

Si sufres períodos de dolor no nos queda otra que esperar a que el dolor se disipe, antes de intentar nada más.

 

Cuando estés ausente de dolor es el momento PERFECTO para preparar el cuerpo de manera correcta para olvidarte de él.

 

En principio podrás hacer cualquier actividad que quieras siempre y cuando hayas aprendido a controlar ciertos movimientos, posturas y hayas fortalecido lo suficiente tu cuerpo.

 

Ejercicios y claves

 

La semana que viene, en la segunda parte del artículo te mostraré ejercicios y claves directas para que puedas comenzar a moverte sin dolor desde ya y puedas construir de nuevo un cuerpo resiliente capaz de soportar todo.

–> Puedes acceder desde aquí:

Ejercicios para persona con hernia discal

 

 

#OTEMUEVESOCADUCAS

Referencias:

  1. Etal, J. (1994). Magnetic Resonance Imaging of the Lumbar Spine in People Without Back Pain. The Nurse Practitioner, 19(9), 19. doi:10.1097/00006205-199409000-00004
  2. Boden, S., Davis, D., Dina, T., Patronas, N., & Wiesel, S. (1990). Abnormal magnetic-resonance scans of the lumbar spine in asymptomatic subjects. A prospective investigation. The Journal Of Bone & Joint Surgery, 72(3), 403-408. doi:10.2106/00004623-199072030-00013